Jornada escolar

Porque me afecta, como profesor del IES Ibaizabal, recojo a continuación una “carta al director” escrita por Manu Martínez Camarero, padre de una alumna, y publicada el 24 de octubre en el periódico El Correo.

Debido a unas obras colindantes molestas y que interferían en el normal desarrollo de la actividad, nuestros hijos e hijas del IES Ibaizabal de Bilbao han tenido un permiso extraordinario para poder realizar jornada continua. Ahora que las obras están a punto de finalizar, nos comunican que debemos volver a la jornada de mañana y tarde. Quiero manifestar que en este período de horario continuado todo han sido ventajas: mejor distribución de la tarde para realizar las tareas (tanto deberes como actividades de estudio); posibilidad de tomar parte en actividades extraescolares sin la presión, el agobio y la sensación de no tener tiempo para hacer todo; mayor rendimiento escolar y menos esfuerzo (la revista 'Eroski' ha publicado una encuesta según la cual el rendimiento en jornada continuada aumenta entre un 10% y un 20%). Por todo ello, me gustaría que tanto responsables de Educación como asociaciones de padres y madres y personal docente en general se pusieran a trabajar y a valorar las ventajas e inconvenientes de una jornada continua.

Me gustaría añadir que las familias, los alumnos y los profesores, en un porcentaje cercano al 100 %, estamos de acuerdo. Pero desde las alturas parecen manejarse intereses ocultos para no ceder a los centros esta “competencia”, curiosa palabra que se maneja tanto en ámbitos políticos como educativos.