"... a lo lejos un punto se convirtió en una mancha que se convirtió en un borrón que se convirtió en una figura que a su vez se convirtió en el niño del pijama de rayas".
No voy a desvelar el argumento del libro "El niño con el pijama de rayas" de John Boyne, porque, como se dice en la contraportada, explicarlo estropearía la experiencia de su lectura. Pero sí lo voy a recomendar a aquellos que buscáis un libro que os conmueva, que os emocione, con el que sentir cómo se os encoge el corazón. Y además... de lectura fácil.
Muchos alemanes fueron Bruno durante el genocidio; muchos europeos somos Bruno ante los inmigrantes; muchos hombres somos Bruno ante las mujeres maltratadas; muchos alumnos y profesores somos Bruno ante el acoso escolar. Todos hemos sido Bruno alguna vez, todos hemos visto alguna vez pijamas donde había trajes de presos, sonrisas en muecas de hambre. Todos nos hemos equivocado o nos hemos engañado al ver la realidad de los que sufren. El dolor de una muela nos impide a menudo compadecer y auxiliar a los desdentados, el dolor de un callo a los cojos, la molestia de una conjuntivitis a los ciegos. Todos hemos visto o hemos querido ver la realidad de los que sufren de otro color.
Todos hemos sido Bruno, sin la disculpa de ser Bruno, sin la excusa de ser un niño, como todos, egoísta pero de mirada inocente, ingenua. Todos somos Bruno ante los millones de Shmuel.
Muchos alemanes fueron Bruno durante el genocidio; muchos europeos somos Bruno ante los inmigrantes; muchos hombres somos Bruno ante las mujeres maltratadas; muchos alumnos y profesores somos Bruno ante el acoso escolar. Todos hemos sido Bruno alguna vez, todos hemos visto alguna vez pijamas donde había trajes de presos, sonrisas en muecas de hambre. Todos nos hemos equivocado o nos hemos engañado al ver la realidad de los que sufren. El dolor de una muela nos impide a menudo compadecer y auxiliar a los desdentados, el dolor de un callo a los cojos, la molestia de una conjuntivitis a los ciegos. Todos hemos visto o hemos querido ver la realidad de los que sufren de otro color.
Todos hemos sido Bruno, sin la disculpa de ser Bruno, sin la excusa de ser un niño, como todos, egoísta pero de mirada inocente, ingenua. Todos somos Bruno ante los millones de Shmuel.
hola ya e sido capaz de arreglar eso del blog no a sido facil pero esque yo soy muy prepotente.
ResponderEliminarBueno cuando quieras lo miras vale. Agur